Ayuntamiento de Librilla

La fiesta de Las Pitanzas de Librilla ha obtenido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, cuya solicitud fue presentada por el ayuntamiento de Librilla. Así, este festejo, que se celebra cada 22 de agosto, bajo el marco de las fiestas patronales en honor a San Bartolomé, estrena este año esta catalogación que reconoce su tradición histórica, su significación o su alcance como atractivo turístico, entre otros aspectos.

Algunos de los criterios que se tuvieron en cuenta durante el proceso de evaluación fueron la antigüedad, originalidad y el carácter lúdico de la fiesta, el fomento y el impulso a la promoción de los valores sociales y culturales de la Región, además de la participación directa de los asistentes y su capacidad para atraer visitantes, lo que conlleva a que Librilla doble la cifra de su población durante los festejos.

Otro de los elementos que favoreció su obtención fue su previa condición como Bien Catalogado por su relevancia cultural, de carácter inmaterial, por parte de la Comunidad, en 2020.

Han sido unos meses de duro trabajo para poder obtener esta declaración, sobre todo estas últimas semanas en las que se ha subsanado toda la documentación requerida, así que desde el Ayuntamiento queremos agradecer a todos aquellos que han puesto un granito de arena para poder conseguirlo.

El consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes, Marcos Ortuño, trasladó la enhorabuena a Librilla por esta declaración que “va a suponer un nuevo impulso para atraer visitantes a la localidad”. Con este reconocimiento, la Región cuenta con 11 fiestas declaradas de Interés Turístico Internacional, 7 de carácter nacional y 31 Regional.

La fiesta de Las Pitanzas comienza por la mañana con el tradicional 'pasacalles de la recogida de la harina' con la que los panaderos elaboran, en la madrugada del 22 de agosto, miles de panes, las pitanzas, que son lanzados, desde el balcón del ayuntamiento, a todos los asistentes que se congregan en la plaza por la noche. Si bien, a raíz de la pandemia, y con las medidas sanitarias impuestas, ahora se recoge solo dinero. Según la leyenda, su origen se remonta a la época medieval, cuando las sequías y la hambruna azotaban a la población. 

Foto cedida por Adrián Baños